MIRA AL HORIZONTE

ESTE, ES UN BLOG DE SUEÑOS Y DE ALEGRIAS, DE CARRERAS, DE RUTAS Y DE ILUSIONES, TAMBIEN DE NOSTALGIAS, DE NUBES QUE AVANZAN RAUDAS JUNTO AL MAR, DE SOLES QUE CUBREN CIELOS ENCAPOTADOS, DE RISAS Y DE MISTERIOS, DE VIEJAS HISTORIAS DEL PASADO, DE ILUSIONES PERDIDAS Y DE OTRAS ENCONTRADAS, DE ENCRUCIJADAS JUNTO AL VIENTO EN LA FRONTERA MISMA DE LA VIDA...ESTE ES UN BLOG PARA EL QUE QUIERA CORRER, LEER, ESCUCHAR E IMAGINAR.

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sábado, 3 de diciembre de 2011

NOVIEMBRE 2011: PECES EN EL COCHE

Hola!!

Valencia, una tarde cualquiera del mes de noviembre de 2011.

Después de un largo día de trabajo y dentro del coche,tengo la extraña sensación de haber encogido, de ser muy pequeño, como si las largas horas de trabajo hubieran logrado minimizar mi existencia.Algo ausente y un poco pensativo, me sorprendo a mi mismo con la mirada perdida y parado delante de un semáforo, su enorme esfera, roja y brillante, no parpadea, solo me observa a través de la nebulosa que forman los pensamientos en mis ojos.

La humedad fría y densa del otoño cae sobre la ciudad empañando y humedeciendo los cristales de mi coche.Aquí dentro,las calles, envueltas en la bruma, parecen un mundo aparte, muy lejano, el pequeño habitáculo del coche es como un confesionario intimo, una especie de pecera solitaria donde los pensamientos se transforman en peces que chocan contra el salpicadero, la tapiceria y el volante..

¡El semáforo cambia a verde!, ¡tengo que seguir!, pongo la primera y comienzo a circular, el murmullo del trafico aullenta el lento proceso mental en el que estoy sumido, nada concreto, solo peces que chocan, dan la vuelta y vuelven a chocar...imprecisos, inconexos..
Nadie me ve desde la calle o eso pienso y canturreo mientras conduzco, mis ojos avanzan con parsimonia por el carril central , mantengo las distancias y me relajo, gracias a la música retomo el pulso de la alegría.

A través del retrovisor descubro mi rostro, sonríe y de reojo veo al conductor que viene por detrás, parece nervioso, habla por el móvil con desespero mostrando una expresión compungida y un poco dramática..
"¡Tranquilo chico, es hora de volver a casa, tengamos la fiesta en paz!"-
Y de pronto, otra vez, la esfera roja, ¡tengo que parar!, un súbito chirriar de neumáticos suena a mis espaldas, es el conductor de atrás, casi se empotra conmigo, le observo con reproche a través del pequeño espejo, el sigue a lo suyo; el móvil,  los gestos exagerados y esos ojos repletos de angustia..Mientras tanto, dentro de mi coche siguen los peces, mas tranquilos, se cruzan unos con otros, lentos, insulsos, parsimoniosos..

Distraidamente, fijo la mirada en el pequeño reloj digital del salpicadero; son las 18:30, ¡ Que pronto!, hace solo unos días y a estas mismas horas, el pálido sol de otoño aun acariciaría con su suave mano a los viejos edificios de la ciudad, pero hoy, ya es de noche.En las profundidades del mes de noviembre la tarde se apaga como si cayera sobre ella un enorme telón oscuro que engullera de golpe la escasa claridad otoñal.
Valencia, tan acostumbrada a la luz, yace ensimismada bajo un cielo profundo ausente de estrellas.

Me siento raro, un poco confuso, como la propia ciudad ante la realidad de su luz perdida.Por momentos, es como si el frío se filtrara hasta mi por las rendijas de la carrocería tratando de calar en mis huesos y en mi alma..¡Subo la calefacción y también el volumen de la radio!..canturreo mas fuerte, de esta forma, algunos de los peces, los mas pesados e inquietantes se van..o mejor dicho, ¡los echo!..

¡La esfera se pone verde!.. otra vez, pero no reacciono, me quedo como hipnotizado mirándola, desprende un extraño fulgor rodeado de un aura casi magnética que me hace sentir bien..
-¡Piiiiiiii...Piiiiiiiiiiiii!..doy un respingo y concluyo de golpe con mi agradable ensoñación..¡Ya voy, ya voy!
¡Intento arrancar..pero, Uyyy...lo que faltaba, el coche se me cala..!
-Piiiiiiiiiiiiii..!, observo por el retrovisor y veo como mis ojos se llenan de culpa..¡Perdon..ya va, ya vaaaa!
El conductor que me persigue agita las brazos con furia y balbucea algo que no entiendo..¡Piiii, piiiiiiiiiii!, el claxon de su vehículo suena casi como si fuera un insulto.
¡En marcha..por fin, y acelero..es un decir!¡Que ganas de estar en casa!

El inquieto conductor que circula tras de mi decide adelantarle, ¡Ya era hora!, presuroso y alterado pasa por mi izquierda, gira su cabeza como haciendo un escorzo y me mira con una honda expresión de desprecio, yo le sonrío..-¡Que prisas, chico, habrá que verte a las 8 de la mañana!-

¡Ahi están otra vez..son los peces!, los hay de muchos tipos; grises, oscuros, de colores.. también los hay grandes o pequeños, los veo de perfil avanzando lentos y esquivandose unos a otros, los veo de frente, planos, casi imperceptibles, algunos burbujean y me rodean dando vueltas sobre mi..otros me miran de frente y me desafían..con esfuerzo trato de aferrerme a los que me gustan, los alegres o los bonitos..los demás, prefiero no mirarlos.

Suspiro y cambio de marcha, a lo lejos solo veo esferas verdes y alguna amarilla ,cambian y parpadean formando junto a las farolas anaranjadas una especie de árbol de navidad, algo monótono.Por mi derecha avanza lenta otra conductora, cruzo mi mirada con ella, casi puedo sentir esa punzada leve que todos sentimos en la nuca cuando alguien nos mira, la rodean cientos de peces, parece triste y cansada, sin embargo sus ojos brillan..Es la vida, al fondo del camino siempre hay una luz que brilla fuerte.

Aparco y salgo del coche, salgo tambien de la pecera.Una bocanada de aire fresco alivia mis pulmones, la calle amplia y el espacio abierto oxigenan mi mente, estiro las piernas y respiro, la noche es oscura y fresca.
Atras queda el coche y un largo dia de trabajo y junto a mi un único pensamiento; "si fuera un pez, preferiria el immenso mar para nadar"..
Desde la calle veo mi casa, la calida luz de la ventana arropa mi alma, pero el dia aun no ha terminado, ¡me queda algo por hacer!..asi que, me cambio, me pongo las zapatillas y me voy a correr... o a nadar.
¡Ya tendré tiempo de volver a la pecera!.


                                                           La pecera



                                                             ¡Adios!




6 comentarios:

  1. Conducir inmerso en tus pensamientos, incluso habiendo atasco, puede ser muy relajante, pero así sin prisas. Además estresandonos e intentando ganar algo de tiempo, rara vez se consigue adelantar mucho más de cinco minutos... Así que para que estresarse como ese que tanta prisa llevaba.

    Eso si, esto no implica que alguna vez caiga en el pecado, pero es que hay días que acabas fatal, eso si para mi cada vez son menos, cada vez tengo al estres más bajo control

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  2. Je,Je, tienes razón Belgarion, conviene matener bajo control el estres y correr ciertamente ayuda.

    Saludos.

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  3. Buen relato Juanvi, sólo por el título ya le entra a uno ganas de leerlo! Y qué satisfactoria la sensación de llegar por fin a casa después del trabajo, ¿verdad? Imaginate que en Bélgica ahora antes de las 5 ya es noche cerrada :-(. Saludos y a seguir dejando volar tu imaginación!
    Vero

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  4. Hola Juanvi!! un poco triste con esta entrada o más bien ausente!! bueno va te doy una alegria ,espero,,,e visto que la media de Paiporta es el 18 ,pues si no pasa nada iremos,pero esta vez ve con tiempo,por lo menos podernos saludar sin prisas!1 un abrazo mka!

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  5. Vero, gracias una vez mas por el comentario y sobre todo por ser tan cariñosa en tu seguimiento a mi blog.Tan lejos pero tan cerca.

    Muchos besos.

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  6. Hola Mariiiiii!!

    Me das una alegria, de verdad..por que ademas seguramente ire solo asi que intentaré ir con tiempo para saludarte..

    Por cierto, no era mi intencion que la entrada fuera triste..lo siento, la idea era resaltar el regocijo que supone volver a casa y salir de nuestra pecera del dia a dia para nadar..o correr por el mar

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