MIRA AL HORIZONTE

ESTE, ES UN BLOG DE SUEÑOS Y DE ALEGRIAS, DE CARRERAS, DE RUTAS Y DE ILUSIONES, TAMBIEN DE NOSTALGIAS, DE NUBES QUE AVANZAN RAUDAS JUNTO AL MAR, DE SOLES QUE CUBREN CIELOS ENCAPOTADOS, DE RISAS Y DE MISTERIOS, DE VIEJAS HISTORIAS DEL PASADO, DE ILUSIONES PERDIDAS Y DE OTRAS ENCONTRADAS, DE ENCRUCIJADAS JUNTO AL VIENTO EN LA FRONTERA MISMA DE LA VIDA...ESTE ES UN BLOG PARA EL QUE QUIERA CORRER, LEER, ESCUCHAR E IMAGINAR.

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lunes, 31 de octubre de 2011

MEDIO MARATON DE VALENCIA 2011: 1H, 50' 45" CORRIENDO

Hola!!

Domingo dia 23 de octubre de 2011.
Medio Maratón de Valencia, 21 km (y pico) en 1h, 50' 45" a ritmo de 5'10" por km.

No me cabe duda, es así.Correr es como una llave que abre puertas interiores y otras exteriores, un camino hacia la introspección personal y el conocimiento propio..y así debe ser, al menos para mi.

Correr..entrenar, terminar una carrera, sentir el esfuerzo y al final, descansar..y mientras, pensar, sonreír y disfrutar, eso es correr, un cúmulo complejo de sensaciones que se esparcen por todo el cuerpo para filtrarse después en las entrañas del alma..y desde allí, con calma, echar un vistazo al interior de nuestro propio ser.

El pasado domingo dia 23 de octubre corrí 21 kilómetros (y pico), en 1h, 50' y 45", mi tercer Medio Maratón de la ciudad de Valencia, mucho tiempo corriendo..disfrutando, pensando, sintiendo, ¡mejor que mejor!.

Ser un corredor lento tiene sus ventajas, permite alargar la experiencia mucho mas tiempo, asumir esa lentitud y convivir con ella supone dar un paso mas hacia la excelencia como corredor,¡o al menos, yo lo veo así!.¡Quiero mejorar día a día pero, sobre todo, quiero seguir corriendo!.

Y lento,lento..aferré mis piernas al suelo y comencé a correr, durante dos horas solo estoy yo..y la ciudad.¡Vamos allá!

La linea de salida es un auténtico remolino de emociones, de idas y venidas, de saludos, de abrazos, de nervios, de despedidas y de reencuentros.Los familiares quedan al margen, expectantes y miles de corredores se agolpan en muy poco espacio, tan iguales pero tan diferentes, y todos ellos con la mirada fija en un único punto, la linea de salida y el recorrido.A un minuto del inicio, el tiempo se para y una corriente eléctrica se extiende como una ola entre todos los participantes.Como en un concierto de Rock, los prolegómenos se llenan de expectación y de pronto, se escucha un disparo..¡Plassss!, gritos, aplausos..primer acorde, guitarra eléctrica, ¡que empiece el concierto!¡A correr..a bailar!

Al principio la carrera no acelera, es imposible, desentrañar la tela de araña formada por el tupido pelotón no es tarea fácil, cada corredor va tomando posiciones abriendo su hueco entre la multitud.Miro hacia arriba, como queriendo tomar aire, pero vuelvo rápidamente la mirada al suelo, corro a pequeños saltitos intentando no tropezar.Cuando puedo, miro a un lado y a otro, desde el centro de la calzada y engullido por la enorme jauría multicolor, la ciudad parece diferente, mas grande, hinchada, casi inabarcable.De pronto, los 21 km me parecen una eternidad.

Al paso por el km 3, la carrera, por fin, se va estirando, la compacta mancha de corredores apilados unos contra otros se transforma en una fila eterna de figuras variopintas y sufridas.Mis piernas,ya calientes, adquieren una cadencia cómoda y regular y el piloto automático, casi por instinto, toma el control  de mi cuerpo.A mi alrededor se agolpan las señales y los recuerdos, el influjo de la ciudad cae sobre mi..corro, siento, recuerdo..km 4, km 5...km 10.

Esta mañana, por alguna razón, tengo la mente despejada y lúcida, no hay interpretaciones solo evidencias.El aire fresco, el cielo gris y brumoso que cubre toda la ciudad, los suspiros y jadeos de los demás corredores, los gritos de ánimo, todo es sencillo, fácil y lógico, el circuito de ordenes y de impulsos que viajan desde la cabeza al resto de cuerpo parece mas coherente que nunca, puedo sentir el funcionamiento de mis órganos y mi propia respiración..lenta, tranquila,regular..km 15, km 16...17.

Llega el cansancio, es lógico, la carrera transita por el km 18.Regulo el esfuerzo, desconecto el piloto automático y tomo el control de mi propio cuerpo.Los sonidos se mezclan, algunos corredores aceleran y otros luchan por mantener su ritmo, los altavoces de la meta se escuchan a lo lejos, los gps chirrían emitiendo pequeños pitidos mientras sus dueños resoplan soñando con el respiro final.

Km 21..corro lento, muy lento, tan lento que casi puedo percibir mi propia evolución en el camino.¡Y así debe ser, al menos para mi!

Algún día, lentamente, trataré de multiplicar por dos los 21 kilómetros de hoy.

                                                 Medio Maratón 2009

                                               Medio Maratón 2010

                                                   2011 y corriendo



                                                          ¡Adios!

lunes, 17 de octubre de 2011

UN ENTRENAMIENTO JUNTO AL MAR

Viernes, 30 de septiembre de 2011.

Son las 7:20 de la mañana y hoy es mi último día de vacaciones.Tranquilo y relajado, me asomo a la ventana, la noche del postrero día de septiembre resiste firme al perezoso amanecer otoñal.El cielo, aun oscuro, huele a limpio y a lo lejos suena una tormenta que se va camino de las montañas dejando tras de si una brisa alegre que sopla deslizándose por debajo de las nubes.

¡Mi último día de vacaciones y ha decidido hacerme un regalo!
Inspiro profundamente, vuelvo a mirar a la calle como saboreando el tiempo y regreso al interior de la habitación, aquí el aire es mas cálido y acogedor, Amparo, sentada en la cama, me mira dulcemente, ella si que tiene que trabajar y ya arreglada esboza una media sonrisa que llega hasta mi acompañando a ese espíritu brillante y firme que tanto me gusta..

-¡Amparo, me voy a correr a la playa!¡Te llevo a la oficina y me voy a la playa!
-Pero hombre..¿que estas diciendo?, ¡quedate descansando que es tu último día!.Su media sonrisa es ahora mas pétrea y sus ojos se llenan de una infinita paciencia.Yo la miro, pero no le digo nada..mis ojos son lo suficientemente expresivos; "Lo tengo claro, es mi regalo, iré a correr junto al mar".

Casi a las 8 de la mañana, Valencia parece el escenario de un gran teatro lleno de máscaras, cientos de personas, silenciosas y monótonas, surgen de la nada y avanzando como autómatas mezclan sus frías miradas con las reflejos de los semáforos, danzan de un lado a otro cumpliendo su papel como piezas de un inmenso puzzle donde todo encaja gracias a la inercia

¡Un beso y hasta luego!..¡Animo!, Amparo se va camino de su oficina, antes de entrar se gira y me regala otra sonrisa, mi corazón queda en paz y las ganas de correr de multiplican, la ciudad ya no me inquieta,en sus calles dejo olvidada la prisa, al fondo de la Avda del Puerto ya intuyo el sol que despunta desde el horizonte y allí..me espera el mar.

8:20, desde el coche casi no veo la playa, la mañana se esconde amparada en la penumbra de las viejas farolas.Apenas hay coches, solo tranquilidad y silencio, aparco y por un instante me relajo en el asiento.El Paseo de la Malvarrosa es un lugar solitario, ajeno al perturbador bullicio que se despliega solo a unos metros de allí.¡Que extraño!,Valencia y su playa son como dos planos paralelos envueltos en un mismo universo, se ignoran, se desean, se olvidan y se encuentran, juegan a esquivarse pero están condenadas a entenderse, lastima que la realidad, muchas veces, levante muros irreconcilliables entre ellas.

Sin prisas, bajo del coche y miro al inmenso mar..lo abrazo con mis ojos en una mirada llena de calma y comienzo a calentar como a cámara lenta. A mis espaldas la ciudad ya no existe, queda engullida por la noche que aun la envuelve y frente a mi, el agua del mar mediterraneo es como un fino lienzo plateado cuya linea se confunde con la del cielo en el cruce de caminos en que se juntan la tierra y el mar.

Por fin..miro al frente y comienzo a correr en dirección al norte.Mis piernas están pesadas y mi cuerpo, algo débil, responde con cierta pereza a los estímulos del esfuerzo.Sigo a la brisa o ella me sigue a mi,  me balancea cuando sopla fuerte o me acaricia, como una mano invisible, cuando sopla mas lenta, su pureza marina y fresca oxigena mis músculos y alivia mis pulmones, la estancada polución de la ciudad es solo un vago recuerdo..
Voy aumentando el ritmo, el paseo ante mi es inacabable y ancho, al fondo entre la bruma veo lo edicicios de Port Saplaya y sigo avanzando, a mi derecha esta el mar, denso y brillante, apenas se mueve pero noto todo su poder, el sol esquivo sube lento desde el horizonte y danza entre las nubes del amanecer dibujando su contorno con unas gruesas lineas rojizas y anaranjadas.De pronto..se abre paso entre ellas lanzando unos enormes haces de luz que acarician el mar.La mañana suavemente toma el día y yo corro hacia el norte.A pleno rendimiento, es el sonido del mar el que guia mis zancadas.

Acaba el paseo y doy la vuelta, ahora tengo el mar a mi izquierda, su sonido me atrapa, es como si me atrajera hacia él y por fin dejo el duro asfalto y bajo a la arena, corro solo por la orilla en dirección al sur, el agua espumosa casi toca mis zapatillas, a lo lejos veo las grúas del puerto y un enorme barco que devuelve el reflejo brillante del sol.

Son casi las 9:30, llevo mas de una hora corriendo, en total 12 kilómetros, es hora de parar, así que detengo mis pasos y me siento a descansar al borde de la orilla, las olas son cada vez mas ruidosas y el sol ha difuminado los colores para trasformarlos en luz, pero todo transcurre despacio, al ritmo que marca el lento transito de la tierra por el universo.

A mis espaldas la ciudad ya no recuerda ningún amanecer, incapaz de frenar su alocada carrera, hace tiempo que olvido el pulso autentico de la vida.

Es hora de volver al trabajo y a la ciudad.¡Es mi último día de vacaciones y correr por la playa ha sido un bonito regalo!¡Procuraré no olvidar jamas el ritmo del mar!.

                                             Entrenamiento junto al mar.

                                     Amanecer Playa de Pinedo (Valencia)




                                                           ¡Adios!