Domingo 21 de noviembre de 2010
Medio Maratón,21km (y pico). Tiempo de 1h, 43', 31"
El final se acerca, el km 19 es largo y monótono, cruza todo el puerto y a lo lejos se escucha la megafonía de la meta...tan cerca pero tan lejos aun. Por fin, el pequeño puente levadizo del puerto anuncia la llegada del tan ansiado último kilómetro. Avanzo fuerte, con rotundidad, mis zancadas son largas,constantes y firmes,paso por el puente con una sonrisa pintada en la cara.
¡Sumando kilómetros, descontando años!Hace un año cruce el puente como un alma en pena,arrastrando las piernas,con la vista perdida y avanzando como un autómata desahuciado hacia la linea de meta.¡Mi sonrisa de hoy lo decía todo!
Mentalmente tendí un puente hacia el pasado y transite por él hacia el futuro llegando hasta este año 2010 con la reconfortante sensación de ser un año mas joven.¡Aparentemente una contradicción imposible,bajo mi visión subjetiva una palpable realidad!
Km 21,destino final a la vista. Soñar con ese momento es el comienzo de todo.LLegar y lograrlo es la gloria,efímera y eterna a la vez...después el ciclo vuelve a empezar.
Pero no todo en esta carrera fueron sueños de gloria y puentes de plata hacia la eterna juventud,hubo que transitar en ocasiones por algún puente sobre aguas procelosas y turbulentas.
Una pequeña y oscura sombra se cernía sobre mi desde primera hora,se llamaba "constipado" o "catarro", o "trancazo",dificultad para respirar,algo de malestar.Luche contra él toda la semana levantando resistentes diques contra los virus en forma de "frenadol" o "gelocatil" y durmiendo muuuuy calentito por las noches.Eso si,cualquier control antidoping hubiera sido el epílogo a mi carrera atlética,si es que viviera de ello.Pero como no es así,pude doparme sin temor ni remordimientos.
Por tanto,había que tender reforzados puentes de valor para luchar contra la inquietud y el malestar que me provocaban el inoportuno resfriado otoñal.La dificultad en el camino engrandece cualquier logro y superar obstáculos es algo intrínseco a la propia vida..Así que,¡no hay miedo,no hay dolor!¡Autoconvencerse es el primer paso!
Y en estas disputas filosófico-mentales estaba cuando de repente me vi corriendo por la avenida del puerto.Rodeado de miles y miles de personas, los primeros cinco kilómetros fueron practicamente una carrera de obstáculos.En torno al km 6, por fin, el pelotón se empezó a estirar y tome posiciones en mi lugar natural. La carrera siempre te pone en tu sitio.No hay engaños,ni mentiras.
Entonces mis gemelos empezaron a protestar.¡Quizas los días de malestar y la lucha contra los virus me estén pasando factura!.A estas alturas,en torno al km 8,rodaba a un ritmo de 5:10,5:15 por km y mis sensaciones eran extrañas.
Al km 10,marqué 50',casi justos,mejor que el año pasado pero lejos de mis pretensiones actuales.
Llegando a La Alameda de repente las piezas internas de mi cuerpo empezaron a encajar como un puzzle.
Los gemelos dejaron de ser un lastre,note que la respiración tomaba su habitual tono regular y estable y mi cuerpo aceptaba como algo natural el esfuerzo que tenía por delante.Intuitivamente cambie el ritmo.Los km menguaron de inmediato...4:45,4:40,4:38
Cruzando el Puente del Real dejaba atrás las malas sensaciones de la misma manera que quedaba a mis espaldas la Valencia mas moderna para abrazar la Valencia mas antigua y clásica,la de los paseos,la de la infancia, la que ahora me veía correr con alegría.
Valencia entronca su pasado con su presente y su incierto futuro a través de sus puentes como una gran metáfora de la propia memoria de la vida.Túneles del recuerdo al pasado,atajos impacientes hacia el futuro.
La calle de la Paz,La pza del Ayuntamiento,el parterre todo vuelve a quedar atrás.El puente de las flores marca una nueva frontera.De nuevo,el futuro.A 4:30 el km puede que alcance mi objetivo.
Km 20 ante mí. El famoso puente levadizo de la dichosa Fórmula 1. Comienzo,final,nexo y principio.Atrás en el pasado, la agonía del año anterior, hoy en el presente la alegría del logro alcanzado.
Km 21, el año pasado no pude saborearlo, un momento único,capturado y archivado para siempre.En la pequeña grada detecto enseguida la acogedora sonrisa de Amparo, mi mejor premio. Brazos en alto...¡se acabo!
1h,43' 31", 7 minutos menos que el año pasado
Se abre otra vez el turno de los sueños,es el comienzo de un nuevo ciclo.
Enhorabuena a todos los que lograron sus objetivos el domingo pasado y en especial a los "coycoyeros" Carlos,Toni e Inma.
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| destino final |
Puente del real
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| la maquina trotona ¡Adios! |
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