El río Turia cruza la ciudad de Valencia describiendo una elegante circunferencia y abriéndose paso a través de la parte mas moderna de la ciudad para abrazar finalmente al mar mediterraneo. A la fuerza, al viajero que llegue a la ciudad le ha de llamar la atención un pequeño detalle de nuestro río... no tiene agua.
La "ciudad del Turia" es una ciudad de contrastes, vanguardista pero decadente, moderna pero clásica,quiere alcanzar el futuro pero corre el peligro de olvidar su precioso pasado. A través del río podemos viajar al pasado y mirar también de frente al futuro.
Comencé a correr por el río casi por obligación. A mitad del año 2008 volvieron como un mal sueño las persistentes molestias de la rodilla y me recomendaron que añadiera a mis entrenamientos superficies blandas y no corriera tanto en asalto. El río era el lugar indicado, me quedaba algo lejos de casa pero aprovechando la llegada de la primavera con sus largos días y sus eternos atardeceres empecé mis salidas por el viejo cauce.
Correr por el río es especial, nunca es monótono ni aburrido, es más, te hace pensar e incluso viajar. Recuerdo que el primer día miraba a un lado y a otro y todo me llamaba la atención. Lo primero que me venia a la cabeza es que estaba corriendo por un lugar por donde hasta hace pocos años fluía el agua y en ocasiones lo hacia de tal manera que provocaba terribles inundaciones... y es que los valencianos somos así...¡fuera agua! ya no habrán mas inundaciones. La solución intermedia no se contempla.
¡Que habría sido de París,Viena o Budapest si en cada crecida del Sena o del Danubio se hubiera optado por similares opciones!
Eso sí, esta aparente desnaturalización del río nos ha dado a los corredores un lugar idílico para nuestras andanzas.
Mis rutas por el río comienzan casi en el "parque de cabecera" y discurren hacia la desenvocadura en la dirección natural del curso del cauce.Dependiendo del tipo de entrenamiento que tenga programado doy la vuelta en un sitio u en otro.Hasta la "Ciudad de las ciencias" en las tiradas más largas o "Puente de Calatrava" o incluso antes en tiradas mas cortas y rápidas.
Sea cual sea la ruta el río siempre es divertido. Cientos de corredores oscilan de una parte a otra de la ciudad cruzando el cauce, los hay que hacen series y van muy rápido, los hay muy lentos, los hay veteranos, jóvenes...muy preparados,a otros se les ve que son novatos,algunos van en grupo,otros solos...con distintos estilos,algunos con zancada larga y esbelta otros paso corto pero seguro... múltiples indumentarias,muchos estrenan la camiseta ganada con el sudor de su frente en la carrera del fin de semana anterior.Casi todos con el mp3 de turno para escuchar su música.Todos formamos un variopinto ecosistema que da vida a este sin par río sin agua.
Rodar por el río es también como darse un paseo por la historia de la ciudad.A un lado y a otro saltan a la vista monumentos clásico apostados todos ellos a la vera del cauce. Las "Torres de Serrano" asoman en el mismo giro del río, macizas e imponentes proclaman el pasado glorioso de la cuidad amurallada. La "Estación de Autobuses" con su achaparrado arco de hormigón, nos recuerda en cierto modo el estilo arquitectónico feo-funcional soviético. Como no, el Palau de la Música, nos reconcilia con la arquitectura y nos recuerda que la belleza no tiene por que estar reñida con la funcionalidad.
Y si aún seguimos corriendo... en las tiradas más largas, por fin llegaremos a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un complejo con más continente que contenido pero que sin duda ha dotado a la ciudad de un lugar de referencia al estilo "Gugenhein". Reconozco que me encanta correr entre las lineas sinuosas,caótica e imposibles que forman este complejo y los jardines que lo circundan.
Muchas veces, después de un día duro de trabajo lleno de problemas me he sorprendido a mi mismo esbozando una sonrisa mientras rodaba por alguno de estos parajes y mirando al horizonte en el atardecer de la ciudad he deseado detener el tiempo en ese instante y congelarlo para siempre.
Mas cerca de las 40 que de los 30 me reconforta pensar que aún me quedan muchos soles de primavera ocultándose ante mi en este particular río sin agua.
¡Adios!
Hola!!
ResponderEliminarEl último párrafo lo has clavado, sin duda. La verdad, sin conocer otras ciudades, los corredores tenemos suerte de tener el cauce para disfrute nuestro...hasta que venga algún polítiquillo a fastidiarlo, toca disfrutarlo ;p
Buen blog...ah, yo soy más de brooks que de mizuno ;)
Un saludo.
jose.
Hola:
ResponderEliminarGRACIAS por el comentario,llevo apenas un mes con el blog y cualquier palabra de animo se agradece.
Yo también soy seguidor de tu blog,me parece muy original y divertido.Ademas de completo.
A ver si nos vemos en Bonrepos...
Saludos.