Imaginé sin esfuerzo aquella figura tan negra oculta en la tenebrosa noche; la imaginé rodeada de soledad, de viento y de frío, de estrellas diminutas que como puntos muy lejanos colgaban del firmamento, la imaginé iluminada por el velo poético de la luna y por las furtivas y anaranjadas luces de las farolas; pude ver un coche pasando cerca de ella, noté el leve rubor de su motor al circular tímido en la noche, y solo por un instante la iluminó dejándola deslumbrada por el exceso de luminosidad a destiempo... y también vi un avión, muy rápido, surcando el cielo, pasando muy alto por encima de las abiertas fauces de la figura, vi luces de colores en los extremos de sus alas, parpadeaban y avanzaban mordiendo la oscuridad, se escachaba el rugido lento de sus potentes motores, planeaba por la ciudad descendiendo hacía el aeropuerto al igual que un ave planea sobre la superficie tranquila del mar...
De
pronto mi
imaginación viró;
vi
como
la
figura
refulgía
en
una
especie
de
brillo
extraño,
alrededor
de
ella,
el
aire
se
puso
a
vibrar
repleto
de
chispas,
y
todo
lo
demás se
esfumó;
ni las
luces,
ni las
estrellas,
ni el
avión...ni
siquiera
la
ciudad,
solo
la
figura
alada
envuelta
en
eléctricas
centellas de color blanco y azul,
-me
estremecí al
comprobar
que
mi
imaginación
tenía
el
control, que todo
surgía
de
mi
mente
como
si
emergiera
de
una
pantalla
de
televisión- al
poco,
la
figura
comenzó
a
moverse,
todo
su
cuerpo
crujió
al
desentumecer
los
músculos, y entonces, estiró
el
cuello
para alzarse
sobre
si
misma,
se
hinchó
y
se
crispó
como
una
fiera
enjaulada; después,
abrió
la
boca
y
la
cerró como
si
tratara
de
encajar su mandíbula
entumecida
por
el
desuso
-yo
permanecía
en
silencio,
observando
la
escena,
carente
de
cuerpo,
dominada
por
aquella
sucesión
brutal
de
imágenes
encarnadas
en
mi
mente, entonces toqué
a
Luis,
me
apretuje
contra
él,
horadé
con
los
pies
la
tierra
blanda
del
suelo,
todo
seguía
ahí, la propia realidad, pero
mi
mente
continuaba
firme
e
independiente
en
su
extraña
proyección-
al
fin,
la
gárgola
rugió,
su
eco
sonó
denso
y retumbó
como
un
trueno
chocando
de
un
lado a otro
por
los
invisibles
muros
de
aquel
mundo
onírico;
y
sus
alas,
trémulas
y
un
poco
torpes,
se
agitaron
y se batieron
al
viento
al
sentirse
libres
de
su
cárcel
de
piedra,
y
al
extenderlas,
resultaron
tan
majestuosas
que
el
propio
aire
se
estremeció
mientras
ululaba
ante
la
atónita
mirada
de
la
luna...
Luis
me toco
la
frente
y me acarició el pelo con
ternura...¡Eh..que tal,
te
has
quedado
casi
dormida
eh..!,
dijo,
mientras
recorría
con
su
mano,
muy
dulcemente,
toda
mi
cabeza.
No...que
va,
estaba
imaginado cosas
raras sobre
la
gárgola
esa
de
ahí..-mi
voz
sonó un poco ronca,
como
si
emergiera
directamente
de
aquel
mundo
absurdo
creado
por
mi
mente.
Me
espabilé, me
incorporé,
estiré
los brazos,
alargué
las
piernas, al
igual
que
hacen
los
perros
después
de
una gran
siesta,
moví
el
cuello
de
un
lado
a
otro...y
exhalé
un
pequeño
grito
mientras
sonreía;
-¡Eiiiiiiiiiiiiiiiiiiaaaaaaaa...que
gusto
da
volver
a
la
realidad!
-dije
bromeando
y
me
giré
hacia
Luis que
me
miraba
como
deleitándose por mis
acciones,
luego
añadí,
-¡Chico,
que
tienes
tú
con
la
dichosas
gárgolas
que
te
quedas
ahí
pasmado
mirándolas!.
¡Eva,
a
que
puedo
adivinar todo
lo
que
has
estado
soñando,
o
pensando...o
imaginando,
ya
veras
como
si! -dijo
Luis,
muy
juguetón,
acentuando
su
tono
esquivo
y
algo
misterioso
de
toda
la
tarde...Y ante
mi
sorpresa,
relató
punto
por
punto
toda mi
ensoñación.
¡Muy
perspicaz,
Luis! -incidí
yo
con
ironía -tiene
su
lógica,
¿no?,
imaginar
que
una
figura
tan
grande
y
esbelta
cobra vida
y
se
lanza por
las
calles
a
“no
se
sabe
que
fechorías”,
y
si
ves
la
figura
y
la
imaginas
en
la
oscuridad,
lo
primero
que
piensas
es
eso...¿no
Luis?,
y
mi
mente
lo
ha
pillado
enseguida...eeehh,
y
tú,
muy
hábilmente,
lo
has
deducido
y
ahora
te
quieres
quedar
conmigo,
¡que
no
soy
tan
tonta, ehh
y
ya
nos
vamos
conociendo!..-Luis
no
dejo
de
observarme,
muy
entretenido,
durante
todo mi discurso que acabé con
un
extenso
“ehhhhhhh”
de
fingido
reproche,
él
entendió
mi
broma
y
rió
alegre..
-Si,
Eva,
tienes
razón
-continuo
sin
dejar
de
reírse
y
haciendo
unos
gestos
bastante
exagerados con los
brazos- pero no
me
digas
que
no
te
ha
impresionado, con sus
robustos
músculos
tensos
como
poleas,
y
esas
fauces
tan
abiertas
y
amenazantes...y
no
me
digas
que
no
has
sentido
temor
y
una
atracción
inexplicable,
no
me
digas
que
no
te
has
sentido
pequeña
ante
esa
fuerza
de
la
naturaleza,
oscura
y
a
la
vez, sublime;
es
la
mitología
Eva,
lleva
un
mensaje
encriptado
que
cala
en
el
alma
del
ser
humano,
toca
resortes
de
nuestra
esencia
que.. .están
ahí,
aunque
nosotros
no
lo
sepamos
y
por
eso
tiene
su
lógica.
¡Que
si,
que
si!,
que
el
bicho
ese
tiene
un
atractivo
indefinible,
eso
es
verdad..-añadí
yo,
un poco cansada ya del tema de la
gárgola, y entonces, como
un
resorte, me
puse
de
pie,
me
situé
frente
a
Luis,
le
agarré por
los
brazos,
los
estiré
con
fuerza
para
que
se
levantara
y le dije;
-Vaaaaaaa,
levántate
ya
que
se
esta
haciendo
de
noche
y
ahora
mismo
la
gárgola
esa
se
va
de
marcha- yo
me
reí
y
le
miré,
él
se
rió
y
me
dio
un
beso...ambos nos
quedamos,
por
un
instante,
transidos
y
embelesados,
contemplado
la
hermosa
figura
de
la
gárgola
del
río,
quieta
y
silenciosa,
quien
sabe
si ya por
poco
tiempo...
Luis
se
puso
en pie
de
mala
gana...
los dos comenzamos
nuestro
camino
de
vuelta
la
coche. Hubo
unos
instantes
de
incomodo
silencio, ambos
nos
quedamos
sin
saber
bien
que
decir,
solo
andábamos
sumidos
cada
uno
en
nuestras
cosas. Finalmente
y
para
romper
ese incomodo
hielo
,
yo
le
pregunté;
-¿Y
tú,
como
sabes
tanto
de
las gárgolas
y
desde
cuando
te
interesan
esos
temas?
-No
se,
siempre
me
han
gustado
esas
figuras- contestó él-
todas,
las
de
las
iglesias, las
de las catedrales,
las
que
hay
en
los
edificios
históricos...fíjate
en
la
Lonja,
Eva,
allí
hay
muchas. Luis
se
mostraba
entusiasmado con el tema
y
me
estrujó
fuerte
con
sus
brazos, luego añadió; me gusta
su
mensaje
y
su
esencia,
me
resulta
reconfortante
contemplarlas,
es
como
si
me
identificara
con
ellas; mientras Luis
me
hablaba,
me
miró
varias
veces
y
en
su
mirada
noté
una
vaga
sensación
de
lejanía,
su
mirada
estaba ya
lejos,
realizando
algún
tipo
de
viaje...
De pronto,
noté un
escalofrío.
(Sus
ojos
están
dentro de mi,
y
tras
esa
telilla,
leve
y
acuosa,
viven
sus abrazos)
¿Sabes
que
fueron
los
griegos
los
que
las
inventaron
y
los
primeros
en
utilizarlas, Eva?
-afirmó él, cada vez mas animoso con sus explicaciones sobre el tema- para ellos, representaban una raza de antiguos guerreros, muy aguerridos y que transformados en piedra ayudaban al hombre al caer el día, en las horas en las que los humanos estamos más indefensos...así, mientras brilla el sol, permanecen inmóviles y cuando llega la noche cobran vida y vuelan majestuosas por el cielo brindando protección a los desfavorecidos..
-afirmó él, cada vez mas animoso con sus explicaciones sobre el tema- para ellos, representaban una raza de antiguos guerreros, muy aguerridos y que transformados en piedra ayudaban al hombre al caer el día, en las horas en las que los humanos estamos más indefensos...así, mientras brilla el sol, permanecen inmóviles y cuando llega la noche cobran vida y vuelan majestuosas por el cielo brindando protección a los desfavorecidos..
Vaya...entonces
son
como los
super
héroes
de
la
antigüedad,
no..
-exclamé
yo,
con
cierto
tono
de
burla,
pero
en
broma-; viene
a
ser,
más o menos,la
función
que
hace
hoy
Batman. ¿no?.
Bueno,
es
algo
más
simbólico -prosiguió
él -más
espiritual,
prefiero
pensar
que
nos
brindan
una
protección más
bien invisible...como
si
fueran
ángeles
de
la
guarda
Y
tú,
realmente
crees
en
eso,
Luis...piensas
que
existen
esos
ángeles
alados
que
nos
protegen..
¿Por
que
no? -exclamo
él -acaso
no
has
sentido
alguna
vez como
un
milagro
a
tu
alrededor,
algo
inexplicable
que
te
ha
salvado
la
vida,
esa
décima
de
segundo
que
te
salva
de
un
atropello,
o
esa
decisión,
que
tomas
por
casualidad
y
que
te
conduce
por
el
camino
adecuado
evitando
una
desgracia..
¡No
te
ha
pasado
nunca!,
piénsalo
Eva.
Yo
me
calle..se
me
ocurrían
algunos
ejemplos,
pero me
calle, no dije nada.
Entonces,
guiada por el
instinto,
me
giré
para
mirar
atrás,
ya
estábamos
casi
en
el
Palau
y
ahora la
fuente
bailaba una danza
musical
y
luminosa. Los
patinadores
ya
no
estaban,
habían
sido
sustituidos
por
paseantes,
por corredores
y
por niños
juguetones
que
merodeaban
de
un
lado
a
otro
correteando
y
chillando;
a
mis
espaldas,
recortada
en
el
cielo
de
la
ciudad,
despejado
y
muy
oscuro,
pude
ver
la
negra
figura
del
monstruo
alado,
la
busqué
con
la
mirada,
como
si
temiera
no
encontrarla,
pero
allí
estaba,
ten
esbelta
como
un
rato
antes,
pero
mas
lejana.
Por
alguna
razón,
quise
verla más tiempo,
atraparla
con
la
mirada,
guardarla
en
mi
interior
para
que
así me
protegiera
de
todos
aquellos
fantasmas
de
las
horas
nocturnas;
y así,
todo
fue
encajando,
fue
como
si
aquellas
teorías
de
Luis,
de
pronto,
tuvieran
un sentido. ¡Cuatro
ángeles
de
la
guarda
en
plena
cuidad! -pensé-...apostados
como
guardianes
en
las
cuatro
esquinas
del
Puente
del
Reino, me
pareció
algo
muy
apropiado
y
en
definitiva,
muy
romántico.
Luis
notó mi
gesto
y
me
imitó,
el
también
miró
atrás
y
luego
giró sus
ojos
hacia
mi, percibí
un
fulgor
difuso
que
me
turbó,
en
su
interior
encontré
la
llama
de
un
fuego
oculto
que
no
entendí,
su
mirada
reflejaba
la
mezcla
de
colores
de
la
fuente
del
Palau,
colores que aleteaban
por
su
cornea
como
su
quisieran
pintar
sus
pensamientos...luego,
me
apretujó
contra
él
y
entonces
sus
ojos
brillaron
sin
esconder
nada,
acaso
un
dulce
esbozo
de
felicidad,
y sentí
su abrazo
tierno
como
una
protección
suave
contra
el
templado
frío
que
ya
caía
húmedo
sobre
las
calles
de
la
ciudad.
-¡Vaya
con
las
gárgolas!,
-continué
yo,
por
seguir con la
conversación,
mis palabras sonaron curiosas e inquisitivas...-Y,
Luis,
si
es
cierto
lo
que
dices
de
los
griegos,
entonces..¿que
pintan las gárgolas
en
las
catedrales
o
en
los
templos
cristianos?.
-Je,je..ya
veo
que
al
final
te
ha
picado
la
curiosidad -dijo
él,
muy risueño
y
sin
dejar
de
envolver
mi
pequeño
cuerpo
con
sus
brazos- es
fácil Eva,
el
mito
se
pierde
durante
algunos
siglos
y
es
rescatado
por
los
cristianos
con
la
llegada
del
gótico,
en
la
iconografia
cristiana
representan
a
demonios,
diablos
y
dragones en
cuyo
interior
se
esconden
las
almas
de
los
condenados
y
representan
un
aviso
para los
pobres
pecadores,
es
como
decir:
¡Mira,
si
te
portas
mal,
te
pasará
esto!,
por
eso
son
tan
feos
y
están
sufriendo
horribles
tormentos,
ya
ves...se
trata
de
un
mensaje
moralista,
aunque
también
hay
algunas
que se
ríen
o
tocan
instrumentos
musicales
o
incluso,
aparecen
en
actitudes
burlonas
o
groseras,
en
el
fondo,
no
dejan
de
ser
un
misterio.
-Ya
veo..dije
yo,
¡pues
prefiero
mil
veces
la
teoría
de
los
griegos!,
me parece mas
práctica,
por
aquello
de
la
protección, es
como
si
las
gárgolas
griegas,
las
protectoras,
lucharan
contra
las
de
los
cristianos,
esas almas
malvadas
encarnadas
en
demonios
y
que
solo
quieren
meter
miedo..¿no crees Luis?
-y me
reí,
como
si
yo
misma
me
diera
cuenta
de
la
originalidad
de
mi propia
teoría.
-Je,je..muy
graciosa..acabamos
en
lo
de
siempre,
la
lucha
del
bien
contra
el
mal,
eh,
Eva..
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