Hola!
Madrugada del 7 de mayo de 2013. La tierra se quedó inerte en mitad del firmamento. Fue como si el tiempo y la distancia succionaran mi alma para reponerla a su estado mas primario y natural. Y que allí se quedara, justo donde se encuentran la infancia y su recuerdo mas perpetuo..
Afuera, en la calle, un inmenso cielo sin estrellas contemplaba la tierra, ni rastro del crepitar de la noche con su efímero siseo, ni del vago y lejano sonido, que como una pantalla invisible, parece cubrir la ciudad en la boca mas negra de la madrugada..¡Nada!..solo silencio. A mis ojos, la tierra se había parado, y flotaba como un peso muerto en mitad de la negrura.
Las horas de aquella madrugada, la del 7 de mayo de 2013, como zancadas inmensas del tiempo, se fueron deshilachando entre sus minutos y segundos como si fueran lentas gotas de agua cayendo de un grifo mal cerrado. El reloj de la pared, colgado enfrente de mi, convirtió el tiempo en un liquido estancado que apenas fluía. La sala de dilatación del Hospital Peset Aleixandre de Valencia olía a noche y a vida...y un poco a miedo. Jamas olvidaré la noche del 7 de mayo de 2013. La noche en que la tierra dejó de girar y nació Julia.
En la sala del hospital, monótona y extenuante, algo retumbaba con su rítmico compás.. Eran los latidos de Julia. Entre 150 y 160 pulsaciones por minuto. En la pantalla del monitor, una linea vibrante acompañaba su sonido, se trataba de un sonido fuerte y sobrecogedor...eléctrico. Solo ellos lograban reactivar el transcurso de las horas, solo ellos conseguían que el planeta reanudara su rotación..
La noche en que nació Julia todo cambió para siempre. Yo mismo, aquella noche, sentí que me deslizaba por un túnel oscuro, como si yo mismo tuviera que nacer también, con la esperanza de que al final del angosto recorrido, después del gran esfuerzo, apareciera la luz como una meta soñada. ¡Entre 150 y 160 pulsaciones atravesando el gran túnel! Toda una carrera al sprint por nacer a la vida..¡Por vivir!.
Y todo se extinguió, todo lo importante quedó exiguo, la vida amaneció volcada, partida por la mitad, renovada, recién estrenada..Todo era distinto en la mañana calurosa del 7 de mayo de 2013.
Tal vez la tierra altero su ritmo y se dio la vuela. Atrás, un camino cercenado que se aleja, y una sonrisa limpia sin nostalgia. Justo enfrente de mi, un sol reluciente, ausente de calor, distinto, y un cielo repleto de matices, muy brillante, y voces, y sueños, y consejos, y manos que se aprietan, y miradas que se cruzan y miedos agolpados en el cerebro y junto a ellos, un sonido maravilloso, el de sus latidos...entre 150 y 160 pulsaciones por minuto, mi propio corazón latiendo junto al suyo..
Mi pequeña Julia
Pd; Hace tres meses que nació Julia, todo ha cambiado. Correr y escribir quedó en un segundo plano, pero solo para coger impulso y hacerlo con más ganas en el futuro que nos espera. ¿Verdad Julia?. A mi ritmo y poco a poco, voy desentumeciendo los músculos y la mente y regreso a la ruta. ¡Queda mucho camino por recorrer!
A ella...y también a ella, por los millones de latidos que tenemos por delante..,
¡Un abrazo a todos!
¡Hasta pronto!
Felicidades padre¡¡¡.
ResponderEliminarFelicidades y a disfrutar de ella , todo lo de mas poco a poco ,saludos
ResponderEliminarEnhorabuena Pipo, como nos cambian la vida esos bichillos.
ResponderEliminarYa correrás -detrás de ella, sobretodo- y ya escribirás. Ahora, limítate a disfrutar.
ResponderEliminarEnhorabuena :)
Hombre pues que excelente noticia amigo, muchas felicidades y como dices; queda mucho camino por recorrer. Un abrazo.
ResponderEliminarGuau, muchísimas felicidades, disfrutad esta nueva etapa que habéis iniciado! y algún día le tendrás que enseñar estas palabras que has escrito a Julia, son preciosas!
ResponderEliminarJuanvi, ahora tienes una nueva seguidora de tu blog, de tus carreras, y de tu vida. Tu niña de 8 meses Julia. Por ella y por el resto de tus seguidores, no pares nunca...
ResponderEliminarEsperamos tus nuevas entradas al blog.
Vero