MIRA AL HORIZONTE

ESTE, ES UN BLOG DE SUEÑOS Y DE ALEGRIAS, DE CARRERAS, DE RUTAS Y DE ILUSIONES, TAMBIEN DE NOSTALGIAS, DE NUBES QUE AVANZAN RAUDAS JUNTO AL MAR, DE SOLES QUE CUBREN CIELOS ENCAPOTADOS, DE RISAS Y DE MISTERIOS, DE VIEJAS HISTORIAS DEL PASADO, DE ILUSIONES PERDIDAS Y DE OTRAS ENCONTRADAS, DE ENCRUCIJADAS JUNTO AL VIENTO EN LA FRONTERA MISMA DE LA VIDA...ESTE ES UN BLOG PARA EL QUE QUIERA CORRER, LEER, ESCUCHAR E IMAGINAR.

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lunes, 17 de febrero de 2014

UNA PARED DE COLOR ROSA


                                                      Valencia, invierno de 2014...


Hola!

A punto estuve de pasar de largo, pero finalmente...me detuve. No tenía mucha prisa, la verdad es que últimamente, no tengo mucha prisa. ¡Mejor para mi!.

Hacía un día frío y ventoso, unas cuantas nubes grisáceas cubrían el cielo y pequeños claros se abrían paso ayudados por la brisa; se intuía, con en la llegada de la tarde, una caída del sol tranquila y despejada, propia de esos días previos a la primavera, días cuyas tardes, algo más largas, esbozan en el horizonte los colores que están por venir. A lo lejos, se escuchaba la sirena de una ambulancia y el ulular de alguna paloma inquieta, a mi lado pasó un señor andando muy deprisa, hablaba por el móvil al tiempo que gesticulaba y daba cabezadas, lo vi alejarse con rapidez, cruzó la calle y se perdió entre la multitud. Delante de mi, justo enfrente, algo llamó mi atención, era un pequeño insecto, de aspecto acorazado, parecía muy lento, pero se desplazaba con gran habilidad y simetría; recto y siempre hacia adelante; bajo sus alambicadas patas, discurría un camino, una especie de linea oscura dibujada en la pared, el diminuto insecto la seguía estoico, nada parecía importarle más que aquella linea negra dibujada en la pared; y a su alrededor, en las fronteras de la linea negra, se extendía una preciosa pared pintada de color rosa...

De pronto, sopló una ráfaga de viento, el pequeño insecto se desequilibró pero no llegó a caer, no obstante, al recuperar su equilibrio, la linea negra estaba ya lejos, al pequeño insecto no le quedó más remedio que seguir su camino por el mundo rosa y desconocido de la pared.

Antes de reanudar mis pasos, giré la vista atrás y lo volví a entrever. De nuevo, sopló otra ráfaga de viento, esta vez más fuerte, el insecto osciló, titubeó un poco, y por fin, desplegó sus pequeñas alas y alzó el vuelo. Yo lo mire, y al fin, reanudé mi marcha. Como ya os dije, últimamente no tengo nada de prisa. ¡Mucho mejor para mi! 

A Julia, mi pequeña Julia, le encantan las sombras chinescas de la pared. Por la noche, antes de dormir, tumbada en la cama, a mi lado, observa muy atenta como mis manos dibujan formas imposibles en el techo de la habitación. Ella, extiende sus pequeñas manitas y trata de tocarlas, como si quisiera imitarme o alcanzar un sueño imposible; se mira las manos, luego vuelve a mirar las mías, hace un gesto divertido, balbucea, se sorprende, ríe... su mirada azul y brillante se pierde curiosa en el techo de la habitación...Antes de apagar la luz, yo le susurro al oído; "sueña Julia, sueña...no dejes nunca de soñar"

Hace poco, mientras corría por el río, quise detener mis pasos, dejar de correr...Como ya sabéis, últimamente,no tengo nada de prisa...

Era una tarde hermosa, de aromas dulces y brisa suave, el cielo estaba despejado, repleto de colores, la luz se descomponía lentamente para convertirse en noche. Estaba corriendo bien, con regularidad, como casi siempre, con las piernas equilibradas y el cuerpo erguido, siempre con la mirada al frente, directa al lejano y rojizo horizonte. Y quise ralentizar mi ritmo, sentir mi respiración, tomar conciencia de mi propia velocidad, para reducirla lentamente y después, detenerme del todo.
Ya caminando, pisé unas cuantas hojas secas del suelo, que crujieron bajo mis pies, pasé cerca de un árbol cuyas altas ramas trataban de arañar el cielo y un par de corredores, que venían por detrás, me adelantaron dejando a sus espaldas un ligero viento que pronto se fundió con el resto del camino. La ciudad, de pronto, parecía encoger bajo mis pies justo antes del anochecer, al tiempo que las primeras luces artificiales se encendían en los altos edificios que rodean el viejo cauce del río.

A un lado del camino, justo debajo de un árbol, una joven pelirroja leía absorta, el sol formaba chispas rojizas alrededor de sus rizos, ella permanecía con las piernas cruzadas, y su libro, bastante voluminoso, apoyado justo encima de sus rodillas. De pronto, levantó la vista, y su mirada tropezó con la mía, ambos sonreímos, después, su mirada regresó al libro y la mía al camino, aquella mirada aleteó unos instantes en mi mente, y por fin, con una leve pincelada de alegría, se coló en mis pensamientos, quedando archivada como un bonito recuerdo...

Como ya os dije, últimamente no tengo nada de prisa ¡Mucho mejor para mi! Tal vez volando muy lento, sea capaz de ver algún día, el chispazo más brillante del sol derramado sobre el lento atardecer de la ciudad.

                                                          pequeño insecto

Dedicado a Ana Coloma; poetisa mágica, inquieta y sorprendente. Cada día, en su tienda de sonrisas, Ana vende juguetes y "chuches", reparte sueños a todos los niños y atrapa serendipias para los mayores que conservan las ganas de imaginar y soñar. Gracias por dejarme a tu pequeño insecto acorazado..

Y a Vero...la seguidora más fiel de este blog, esta entrada también es para ti..


 Hasta pronto!!


Juanvi.