MIRA AL HORIZONTE

ESTE, ES UN BLOG DE SUEÑOS Y DE ALEGRIAS, DE CARRERAS, DE RUTAS Y DE ILUSIONES, TAMBIEN DE NOSTALGIAS, DE NUBES QUE AVANZAN RAUDAS JUNTO AL MAR, DE SOLES QUE CUBREN CIELOS ENCAPOTADOS, DE RISAS Y DE MISTERIOS, DE VIEJAS HISTORIAS DEL PASADO, DE ILUSIONES PERDIDAS Y DE OTRAS ENCONTRADAS, DE ENCRUCIJADAS JUNTO AL VIENTO EN LA FRONTERA MISMA DE LA VIDA...ESTE ES UN BLOG PARA EL QUE QUIERA CORRER, LEER, ESCUCHAR E IMAGINAR.

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lunes, 30 de mayo de 2011

Mayo 2011: ¡HE VUELTO A CORRER!

Hola!!

Pase largo rato ensimismado ante la pantalla del ordenador, aburrido y sin saber muy bien que hacer ni que escribir, un blog de correr debe hablar de correr ¿no? y yo hacia mas de tres meses que no corría.
Tocaba las teclas del ordenador suavemente, de modo mecánico y con cierta desazón, mi cabeza oscilaba entre mil ideas y pensamientos perdidos, difusos e inconexos, nada concreto..solo una inquietante tormenta de ideas.

Debajo del escritorio una de mis piernas se agitaba nerviosamente y la otra no sabia si cruzarla, estirarla o esconderla en algún lugar donde no me molestara.
A mi izquierda, por la ventana entraba el suave sol de media tarde que bañaba a trozos todo mi cuarto y unas voces de niños subían chillonas desde el patio acompañadas del inequívoco sonido de un balón de fútbol golpeando la pared.

Siempre tengo la misma sensación en cuanto llega la primavera, la alegría se extiende por las calles como una corriente eléctrica, la gente se mueve, habla,ríe..los niños chillan y corren y la luz álgida, mantenida y brillante, como un lápiz mágico pinta el entorno de colores vivos y renovados.

A un lado de mi habitación, encima de la cama, la bolsa de nadar y bajo de la silla, agazapadas, atormentadas por la soledad y el desuso, las zapatillas de correr y dentro de ellas, acolchadas entre la tela, las plantillas ortopédicas de color crema que recientemente me habían confeccionado una clínica de podologia..

¡Quizás es el momento!¡Algún día tendré que probar!, Pero no es fácil tomar la decisión, un hilo metálico de miedo se tensaba en mi alma en cuanto la idea me rondaba la cabeza..¿y si vuelve el dolor?, ¿como se que ya estoy curado?, hacia varios días que no sentía ninguna molestia, ni al levantarme, ni ocasionalmente y las plantillas parecían adaptadas a mi pie, ande mucho con ellas en Estambul y la sensación era buena...pero, las dudas, el fantasma de la recaída.. y el dichoso miedo.

Di un enorme suspiro y aparte la mirada del ordenador, me eche atrás recostandome sobre la silla y me quedé mirando el techo,los pensamientos se cruzaban raudos en mi mente unos con otros, como flashes recurrentes algunos me inquietaban, otros eran esperanzadores, otros alegres, el trabajo, los problemas y...¡necesito correr!

Finalmente, me levanté de la silla y me asomé a la ventana, en el patio un niño discutía con otro mientras el padre de uno de ellos les llamaba la atención, la pelota parecía tener vida propia.Mientras, las madres mantenían una charla animosa sentadas en la terraza de la cafetería, de pronto una de ellas exclamo: ¡ Carlos, para ya!..y el niño obedeció  "ipso facto".
Asomado en la ventana y por un momento, me sentí el aburrido espectador de un extraño teatrillo, ocioso busque con la mirada el horizonte de la ciudad y allí el sol surcaba en pararelo el cielo sin ganas de encontrar la noche, las tardes de mayo se eternizan y convierten el crepúsculo en un luminoso proceso a cámara lenta.

De nuevo, miré a la calle, los niños seguían jugando el fútbol ignorados por sus madres, y entonces lo vi...un runner giró la esquina y cruzó la calle tomando el camino del río, iba trotando suavemente como iniciando su sesión, me quedé mirándolo hasta que desapareció, una mezcla de envidia y deseo me invadió por dentro y cerré la ventana con rabia.

Giré la vista al interior de la habitación, allí estaban el ordenador encendido, las bolsa de nadar, las zapatillas y el sol iluminando la pared..mi acogedor cuarto se transformó de pronto en una jaula.

¡Es el momento!¡ Muy poco a poco y con calma!¡Me voy a correr!

El primer día trote apenas tres km, me detuve agotado y vi como la noche templada se asomaba con su pálida luna, me senté en un trocito de cesped del río y sonreí feliz.

                                              El viejo cauce del Turia
                               ( todo un lujo para los runners de Valencia)



                                                            ¡Adios!

martes, 17 de mayo de 2011

ESCAPADA DE SEMANA SANTA (2ª parte): ESTAMBUL, EL VENDEDOR DE CHOI

Hola!!

Acompañados por las inquietas gaviotas y por el viento gélido y húmedo reinante en el muelle subimos a un enorme y antiguo barco, la tarde en Estambul lucía clara y fresca, el cielo azul moteado de blanco, limpio y abierto parecía fundirse con el ondulante mar.
Hacia el norte de la inmensa lengua de mar que forma el Bósforo y camino del inhóspito mar Negro partió puntual nuestro crucero, el motor del barco sonaba ronco al estilo de los antiguos buques de pescadores, avanzando como a trompicones y lentamente fuimos descubriendo, medio abrazados para huir del frío, un panorama encantador.

El Bósforo separa con elegancia dos continentes, Asia y Europa, como por arte de magia ambos lados parecen simétricos, un sinfín de casas arracimadas que parecen colmenas y las mezquitas con sus esbeltos y espigados minaretes y sus redondeadas cúpulas surgiendo entre las casitas. En la orilla los pescadores lanzan sus cañas como en busca de algún tesoro y pequeños palacetes de madera casi ganan terreno al mar.

De pronto, un extraño sonido alteró nuestro ensimismado paseo.
-¡Choi, Choi, Choiii!
Un simpático individuo, claramente autóctono, de poblado bigote negro y oronda figura se plantó ante nosotros mostrando una enorme y alegre sonrisa..¡.Choi,Choi!, insistía con una expresión mezcla de honestidad y calidez, y en sus manos una gran bandeja llena de zumos, pastelitos varios, tortitas y té..
Su sonora voz, nasal y atimbrada se imponía con naturalidad a los ancestrales sonidos del mar sin ocasionar molestia.
-No, thanks, dije yo sonriendo.
Y se fue, alegremente andando cargado con su bandeja y emitiendo sin parar su amable cantinela..A un lado y a otro de la cubierta aquel incansable señor no solo repartía refrescos, se diría que repartía alegría, observarle abstraía de todo lo demás, parecía imposible que con el movimiento oscilante del barco no se le derramara nada, como si se desplazara sobre raíles o ruedas de patines acudía raudo y sin demora a cada rincón del barco

-¡Choi,Choi,Choi..!, a la tercera vez nos convenció, y disfrutamos de un té calentito y reconfortante mecidos por la frías aguas del Bósforo mientras el señor "Choi" continuaba corriendo por la cubierta con su enorme y redondeada cara de luna cobriza.La carrera de la supervivencia, la mas digna de las rutas, la meta donde el premio simplemente es vivir.

Relajados, muy juntitos, sorbiendo nuestro té a pequeños sorbitos y al margen del mundo entero vimos como el sol, sin prisas, tomaba posiciones en el cielo para mostrar sus últimos y anaranjados rayos del crepúsculo y como las viejas mezquitas de la ciudad cambiaban de color en el horizonte transformando su blanco y gris del día en un canela brillante y rojizo, el mar parecía mas tranquilo de pronto dejandose acariciar por el anochecer y las gaviotas cantaban con mas fuerza como queriéndose aferrar a la luz.

En Estambul cae la noche y sobrevive a si mima un día mas y así cada siglo, mas allá de los pueblos que la poblaron y de las murallas que la rodean ,ensimismada,voluble,contradictoria y escandalosa, y siempre muy rápido con sus alegres piernas de corredora del tiempo, Estambul se adormece acunada por todos sus mares.

En la vieja ciudad no hay parques ajardinados, ni paseos junto al mar, ni amplias aceras para correr, ni siquiera campos de atletismo, sin embargo los mares rebosan agua y vida y la naturaleza casi salvaje mantiene su esencia, sus gentes son alegres, brillantes,amables y trabajadoras, eso si, nadie se calza unas mizzuno junto a unos pantalones cortos para correr por placer, no tienen tiempo, juntos corren la carrera que mueve el mundo, la de la vida.

Son las 3 de la mañana, miro a Amparo, duerme..mi mano continua aferrada a la suya, el avión con suaves impulsos comienza a descender, suena de nuevo una campanita y se enciende la luz del cinturón de seguridad, la gente se despereza en sus asientos preparándose para el aterrizaje..a lo lejos surge como de la nada un gigantesco árbol de navidad, son las luces de la ciudad, Valencia desde el cielo brilla celeste como una gran nave espacial, sale el tren de aterrizaje y los motores rugen, el suelo se va acercando y finalmente el avión se posa en la tierra y se detiene...se acabo el paseo.

Sentados en el avión, mientras los demás pasajeros comenzaban a moverse, nos miramos y los dos sonreímos..
¡Hemos llegado a casa! y en un rato, en cuanto amanezca...¡Choi,Choi!

                                                      ESTAMBUL

Dedicado a todos los vendedores de "Choi" del mundo y en especial a los de Estambul.

Ah, y por fin, ¡he vuelto a correr!, ya os contaré..por que aquí, aunque no lo parezca, también se habla de correr.

                                                        ¡Adios!

lunes, 9 de mayo de 2011

ESCAPADA DE SEMANA SANTA ( 1ª PARTE):ESTAMBUL,VIVIR CORRIENDO

Hola!!

Suena un pequeño y sonoro timbre, es la señal..¡nos vamos!.El avión va a despegar, la gente recoloca sus pertenencias en los receptáculos, todos se mueven de un lado a otro buscando su definitivo acomodo. Mientras, las amables azafatas ultiman los preparativos y reparten tranquilozadoras sonrisas a los pasajeros, hay caras de cansancio por todas partes.

Yo, pensativo, miro por la ventanilla..se acabaron las vacaciones, cinco días preciosos en una ciudad de ensueño, ¡toca despertar!, ¡ a casa!..¡un nuevo recuerdo guardado en el archivo de tesoros de la vida!

De pronto, Amparo me pregunta, ¿que día es hoy?.Dudo.. es la señal inequívoca de la desconexión, la propia pregunta vuelve a conectarme al enchufe de la realidad, el trabajo y la vida esperan en Valencia.En el exterior los alerones del avión se mueven lentamente, una melancólica tristeza me invade por dentro y pienso en Estambul, un lugar donde la vida pasa en un suspiro.

Aunque parezca mentira, a orillas del cuerno de oro y mestizada entre dos mundos, Estambul es la ciudad donde nadie corre pero todos viven corriendo.Vertiginosa y fantástica, enorme y atronadora, la vieja ciudad se extiendo interminable cabalgando entre colinas y bañada por varios mares,partida en dos por la franja del Bósforo miles de pequeños edificios forman un sinuoso y colorista mosaico.

Pisar Estambul es dejar atrás el orden que adormece para zambullirse con deleite en el mas frenético de los caos, nadie corre voluntariamente, correr significa aferrarse a la vida.

Intrincada y enrevesada, la ciudad se adueña de los sentidos, altera el entendimiento, confunde el alma y maneja los instintos a su antojo, en cada callejuela la vida es puro bullicio, cientos de voces se agolpan unas contra otras y los olores,dulces,amargos,fuertes o suaves se precipitan sobre el atribulado viajero y lo atrapan

El día, como si tuviera prisa, no da tregua, como en la música clásica cada nota encaja en el caos creando hermosas armonías, por separado cada sonido resulta inaudible, todos juntos, es música.
La llamada al rezo sobrecoge, unos metálicos cánticos surgen de los altavoces de las mezquitas rebotando en los edificios y creando ecos imposibles, la cuidad se estremece..pero no se detiene, todo avanza, imparable.

Blancas gaviotas alzan el vuelo en cuanto el frío sol primaveral despunta al alba, planean por toda la ciudad sabiéndose parte de su ecosistema, lejanas en el cielo parecen pequeñas aves, de cerca su tamaño asombra, sus gorjeos evocan los sonidos de alta mar y se mezclan con las repetitivas cantinelas de los vendedores ambulantes.

En cada rincón, a la vuelta de cada angosta esquina, tenderetes, puestos ambulantes..alegres e irresistibles arengas,no existen los precios pero todo tiene su justo valor, las especias, el olor dulzón de los pasteles, el te, las mazorcas...arriba y abajo por las inclinadas cuestas avanzan y retroceden porteadores humanos, con fuerza y habilidad cargan pesados fardos sorteando a la gente...y corren, corren por que su vida es correr.

Son las 12h de la noche, por la ventanilla del avión solo la oscuridad, el cielo esta nublado y apenas se ve nada, a lo lejos parpadean dos pequeñas lucecitas, quizás otro avión de destino desconocido, rápidamente atraviesan mi escaso campo visual y desaparecen en el firmamento...

Un suave vaiven altera el vuelo, cierro los ojos y cojo la mano de Amparo..son las olas del Bósforo las que acunan nuestro paseo por el cielo y en el horizonte el sol danza con las mezquitas en el dorado atardecer de Estambul.

Continuará..

                                            Un paseo por el Bósforo


                                                          ¡Adios!